Pensamientos tan profundos, pero tan vacíos, sobre lo que buscaba aquella vez que fui feliz...
Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.
Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.
No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "volvamos a empezar";
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren
martes, 24 de junio de 2008
sábado, 21 de junio de 2008
Interludio 3 - Nach (vuelta al rap)
A veces sueñas demasiado, tanto, que lo real no importa.
Sientes que los días te transportan y te sientes solo,
apagado, como esta ciudad maldita,
que te incita a suplicarles a quienes más te quitan.
Mis lágrimas se han secado.
Pagué por mis pecados errados en el pasado, pero mírame,
aquí sentado tan endeble y vulnerable,
callado mientras dejo que el diablo me hable;
me confunde, su voz me aturde y me abandono.
Sólo si cierro mis ojos veo este trono que merezco, pero no lo tengo.
Jamás pondré mi alma en venta.
Prefiero ser feliz don nadie a ser leyenda muerta;
camino lento, y no tan atento aunque lo intento.
No me mata el odio ni el lamento, sólo el tiempo que me arruga,
como a un papel inservible. En mares,
de irreversibles males nado yo, el impasible;
el niño sensible, el chico travieso y malo,
frágil carne y hueso moldeada al palo.
Pero vivo para contarlo y relatarlo.
Y sé que es tan fácil morir que tiemblo sólo de pensarlo;
pero qué más da, mejor nada que esta odisea,
y si existe un más allá pues bienvenido sea.
Hoy estoy borroso y el cristal no está empañado,
y es porque alguien se a olvidado del príncipe destronado;
que usa muñecos rotos y pinta sus sueños rotos en un mundo roto,
quebrado por la angustia y otros.
Es la historia silenciosa que a gritos fue castigada.
Hoy miro entre mis manos, ¿y qué encuentro? nada.
Todos tenemos una historia que debe ser contada,
y guardamos un secreto del que nadie sabe nada.
Hablamos con la almohada pero no responde.
La verdad está ahí fuera, sí, pero se esconde.
Todos tenemos una historia que debe ser contada,
y guardamos un secreto del que nadie sabe nada.
Hablamos con la almohada pero no responde.
La verdad está ahí fuera, sí, pero se esconde.
Sientes que los días te transportan y te sientes solo,
apagado, como esta ciudad maldita,
que te incita a suplicarles a quienes más te quitan.
Mis lágrimas se han secado.
Pagué por mis pecados errados en el pasado, pero mírame,
aquí sentado tan endeble y vulnerable,
callado mientras dejo que el diablo me hable;
me confunde, su voz me aturde y me abandono.
Sólo si cierro mis ojos veo este trono que merezco, pero no lo tengo.
Jamás pondré mi alma en venta.
Prefiero ser feliz don nadie a ser leyenda muerta;
camino lento, y no tan atento aunque lo intento.
No me mata el odio ni el lamento, sólo el tiempo que me arruga,
como a un papel inservible. En mares,
de irreversibles males nado yo, el impasible;
el niño sensible, el chico travieso y malo,
frágil carne y hueso moldeada al palo.
Pero vivo para contarlo y relatarlo.
Y sé que es tan fácil morir que tiemblo sólo de pensarlo;
pero qué más da, mejor nada que esta odisea,
y si existe un más allá pues bienvenido sea.
Hoy estoy borroso y el cristal no está empañado,
y es porque alguien se a olvidado del príncipe destronado;
que usa muñecos rotos y pinta sus sueños rotos en un mundo roto,
quebrado por la angustia y otros.
Es la historia silenciosa que a gritos fue castigada.
Hoy miro entre mis manos, ¿y qué encuentro? nada.
Todos tenemos una historia que debe ser contada,
y guardamos un secreto del que nadie sabe nada.
Hablamos con la almohada pero no responde.
La verdad está ahí fuera, sí, pero se esconde.
Todos tenemos una historia que debe ser contada,
y guardamos un secreto del que nadie sabe nada.
Hablamos con la almohada pero no responde.
La verdad está ahí fuera, sí, pero se esconde.
viernes, 20 de junio de 2008
Maybe...
Hace unos años esta canción fue nominada la mejor canción británica de todos los tiempos, y aunque no tengo suficiente culturilla musical para afirmarlo, creo que no van muy desencaminados. Es esa letra, sencilla, y que significa tanto. Aunque no sé por qué, suena mil veces mejor en inglés que en español.
Today is gonna be the day
That they're gonna throw it back to you
By now you should've somehow
Realized what you gotta do
I don't believe that anybody
Feels the way I do about you now
Backbeat the word was on the street
That the fire in your heart is out
I'm sure you've heard it all before
But you never really had a doubt
I don't believe that anybody feels
The way I do about you now
And all the roads we have to walk along are winding
And all the lights that lead us there are blinding
There are many things that I would
Like to say to you
I don't know how
Because maybe
You're gonna be the one who saves me?
And after all
You're my wonderwall
Today was gonna be the day?
But they'll never throw it back to you
By now you should've somehow
Realized what you're not to do
I don't believe that anybody
Feels the way I do
About you now
And all the roads that lead to you were winding
And all the lights that light the way are blinding
There are many things that I would like to say to you
I don't know how
I said maybe
You're gonna be the one who saves me ?
And after all
You're my wonderwall
I said maybe
You're gonna be the one who saves me ?
And after an
You're my wonderwall
Said maybe
You're gonna be the one that saves me
You're gonna be the one that saves me
You're gonna be the one that saves me
Today is gonna be the day
That they're gonna throw it back to you
By now you should've somehow
Realized what you gotta do
I don't believe that anybody
Feels the way I do about you now
Backbeat the word was on the street
That the fire in your heart is out
I'm sure you've heard it all before
But you never really had a doubt
I don't believe that anybody feels
The way I do about you now
And all the roads we have to walk along are winding
And all the lights that lead us there are blinding
There are many things that I would
Like to say to you
I don't know how
Because maybe
You're gonna be the one who saves me?
And after all
You're my wonderwall
Today was gonna be the day?
But they'll never throw it back to you
By now you should've somehow
Realized what you're not to do
I don't believe that anybody
Feels the way I do
About you now
And all the roads that lead to you were winding
And all the lights that light the way are blinding
There are many things that I would like to say to you
I don't know how
I said maybe
You're gonna be the one who saves me ?
And after all
You're my wonderwall
I said maybe
You're gonna be the one who saves me ?
And after an
You're my wonderwall
Said maybe
You're gonna be the one that saves me
You're gonna be the one that saves me
You're gonna be the one that saves me
martes, 17 de junio de 2008
Lunes ennegrecido
¿Por qué a veces parece que las desgracias no vienen solas como dice el refranero? ¿Por qué siempre tienen más los que menos lo merecen? ¿Por qué los cabrones ríen y los honrados padecen?
Puedo decir que tengo cuatro amigos de verdad, que hay cuatro personas que pueden contar conmigo sea para lo que sea y a la hora que me necesiten, y que a mi vez yo espero lo mismo de ellos. Pero hoy me han hecho preocuparme seriamente tres de ellas, y es que la gente buena a veces no merece la mala suerte que por momentos les persigue.
Empezaré a contarlas por el orden en que fui teniendo noticia de ellos. A cosa de las once y media pasada, llegué al gimnasio como hago (o hacía) todas las mañanas para entrenar con mi maestro: hacer buenamente como podía de coach y recibir la del pulpo durante unos asaltos. Pero hoy ha sido diferente. En vez de eso, me encuentro a mi amigo vestido con el chándal, quejándose del mismo brazo que ya le costó una gracia hacía tiempo. El bíceps se había vuelto a romper, por el mismo sitio. Poco después estábamos los dos en urgencias, y lo que nos comentó el médico no pareció ser las mejores noticias posibles, y además, a cinco días de la velada que suponía su vuelta al ring tras más de dos años.
Casi terminando en el hospital, llamada desde Toledo. Miento mucho si digo que llevaba sólo un día esperando que sonara el teléfono, y me llena de alegría saber de nuevo de esta persona y volver a escucharla, pero tras su voz, de trasfondo, oigo un par de espinas que ya suponía, pero aún así me hacen pensar en ello y comerme la cabeza de rabia y de impotencia. Casi diez minutos después colgamos, y me quedo con una extraña sensación confortable pero sobre un corazón un poco encogido y latiendo lento.
Ya por fin llego a casa. Creo que puedo descansar un poco, pensar en estos problemas ajenos que siento tan míos, pero no, resuena por enésima vez el nuevo tono del móvil; alguien bueno y sin malicia alguna, con un nivel de sacrificio que me abruma, ve como por momentos se le va al traste una parte importante y trabajada del curso...
Sólo faltaría que ahora en Cuenca también tengan malas noticias para mí, ojalá me equivoque.
Desde esta noche desvelada en la que ya casi amanece dejo aquí mi ánimo a todos ellos aunque creo que casi no me lee ninguno, y les ofrezco una vez más mi mano para ayudarles a caminar, aunque nos separen las hojas del calendario, las carreteras nacionales o un reloj con escasas horas marcadas en su esfera, porque no estoy para mil trotes como antes y puede que me cambie el carácter, pero os tengo tanto aprecio y cariño como siempre, y vuestros problemas son mis preocupaciones a la vez, incluso los más pequeños o tontos.
Puedo decir que tengo cuatro amigos de verdad, que hay cuatro personas que pueden contar conmigo sea para lo que sea y a la hora que me necesiten, y que a mi vez yo espero lo mismo de ellos. Pero hoy me han hecho preocuparme seriamente tres de ellas, y es que la gente buena a veces no merece la mala suerte que por momentos les persigue.
Empezaré a contarlas por el orden en que fui teniendo noticia de ellos. A cosa de las once y media pasada, llegué al gimnasio como hago (o hacía) todas las mañanas para entrenar con mi maestro: hacer buenamente como podía de coach y recibir la del pulpo durante unos asaltos. Pero hoy ha sido diferente. En vez de eso, me encuentro a mi amigo vestido con el chándal, quejándose del mismo brazo que ya le costó una gracia hacía tiempo. El bíceps se había vuelto a romper, por el mismo sitio. Poco después estábamos los dos en urgencias, y lo que nos comentó el médico no pareció ser las mejores noticias posibles, y además, a cinco días de la velada que suponía su vuelta al ring tras más de dos años.
Casi terminando en el hospital, llamada desde Toledo. Miento mucho si digo que llevaba sólo un día esperando que sonara el teléfono, y me llena de alegría saber de nuevo de esta persona y volver a escucharla, pero tras su voz, de trasfondo, oigo un par de espinas que ya suponía, pero aún así me hacen pensar en ello y comerme la cabeza de rabia y de impotencia. Casi diez minutos después colgamos, y me quedo con una extraña sensación confortable pero sobre un corazón un poco encogido y latiendo lento.
Ya por fin llego a casa. Creo que puedo descansar un poco, pensar en estos problemas ajenos que siento tan míos, pero no, resuena por enésima vez el nuevo tono del móvil; alguien bueno y sin malicia alguna, con un nivel de sacrificio que me abruma, ve como por momentos se le va al traste una parte importante y trabajada del curso...
Sólo faltaría que ahora en Cuenca también tengan malas noticias para mí, ojalá me equivoque.
Desde esta noche desvelada en la que ya casi amanece dejo aquí mi ánimo a todos ellos aunque creo que casi no me lee ninguno, y les ofrezco una vez más mi mano para ayudarles a caminar, aunque nos separen las hojas del calendario, las carreteras nacionales o un reloj con escasas horas marcadas en su esfera, porque no estoy para mil trotes como antes y puede que me cambie el carácter, pero os tengo tanto aprecio y cariño como siempre, y vuestros problemas son mis preocupaciones a la vez, incluso los más pequeños o tontos.
domingo, 8 de junio de 2008
Suma y sigue
Tarde de domingo; lluviosa, desolada y fea. Me siento ya más descansado después de encontrar mis huesos sobre un sofá de polipiel a eso de las doce del mediodía. No era en mi propia casa, ni siquiera en casa de un amigo. Era un tío del gimnasio que conocí hace dos días, y allí estábamos a las siete de la mañana contándonos nuestras vidas, y lo bien que se dio la noche, aunque vale, el colega que nos acercó en su coche nos obligó a estar solos frente a esa botella de Cutty... Lo dicho, hay que mejorar en la próxima.
No sé, pero creo que esta canción va a juego con mi estado de ánimo y con el cielo traslúcido de color blanco perla: hermosamente bello y melancólico.
No sé, pero creo que esta canción va a juego con mi estado de ánimo y con el cielo traslúcido de color blanco perla: hermosamente bello y melancólico.
Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson.
Oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso...
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí.
Huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones,
así estoy yo sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel.
Errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernobil,
solo como un poeta en el aeropuerto...
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir.
Violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño...
así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil.
Macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile...
así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, así estoy yo, sin ti...
Mañana por la mañana toca vuelta a lo mismo; ponerme encima la media docena de protecciones y a recibir la del pulpo a manos de mi maestro. Se va acercando el día 21, en que esperamos que la velada se lleve a cabo de manera correcta, no tengamos errores tontos y no nos fallen más competidores. Bah, seguro que será así.
martes, 3 de junio de 2008
Taciturna Juno
(Extracto de la película Juno; diálogo entre la protagonista y su padre, a tres cuartas partes del metraje, que conlleva al desenlace final):
[No me doy cuenta de cuánto me gusta estar en mi casa hasta después de haber estado rato en otro sitio muy distinto...]
Juno: Hola papá.
Mac: Hola, versión hinchada de Junito. ¿Dónde estabas?
Juno: Por ahí, ocupándome de cosas que subrepasan mi nivel de madurez. Bufff... ¿Dónde están todos?
Mac: Bren [madrastra de Juno] ha llevado a Liberty Bell [hermana pequeña de Juno] a su clase de patinaje sobre hielo.
Juno: ¿Cuándo aprendereis que los peques no pueden patinar sobre hielo?
Mac: Te veo un poco taciturna, cariño. ¿Qué te ha picado?
Juno: Bueno... Es sólo que estoy perdiendo mi fe en la humanidad.
Mac: ¿Puedes darme unos cuantos detalles más?
Juno: Me pregunto si pueden dos personas seguir juntas para siempre.
Mac: ¿Te refieres a parejas?
Juno: Sí, personas enamoradas.
Mac: ¿Son líos de chicos? Porque sinceramente no me parece bien que tengas ligues en tu estado; eso sería bastante chungo.
Juno: No papá, es...
Mac: Sería así "en plan guarra"; ¿no es lo que decís las chicas, "en plan guarra", "en plan golfa"?
Juno: ¡Para, por favor!
Mac: "¿Espatarrada y empatillada?"
Juno: No es... no es nada de eso. Sólo... sólo necesito saber que es posible que dos personas puedan seguir felices juntas para siempre.
Mac: No es fácil; eso está claro. Y, eh, no tengo el mejor historial del mundo, ya lo sé, pero... ya llevo diez años con tu madrastra y estoy orgulloso de decir que somos muy felices. Mira, en mi opinión, lo mejor que puedes hacer es buscar a una persona que te quiera exactamente tal y como eres: de buen humor, de mal humor; fea, guapa; atractiva... como sea. La persona ideal seguirá perdiendo el culo por ti.
Juno: Ah...
Mac: esa es la clase de persona que merece la pena.
Juno: Sí... Sí, creo que la he encontrado.
Mac: ¡Claro! ¡Tu querido y viejo papá!
Juno: Oh...
Mac: Sabes que siempre te querré y te apoyaré estés en el lío que estés. Obviamente.
Juno: Ah... Papá, creo que... voy a pirarme un rato, pero no volveré tarde.
Mac: Vale. ¿Te referías a mí, verdad?
Juno: Ah, sí...
[No me doy cuenta de cuánto me gusta estar en mi casa hasta después de haber estado rato en otro sitio muy distinto...]
Juno: Hola papá.
Mac: Hola, versión hinchada de Junito. ¿Dónde estabas?
Juno: Por ahí, ocupándome de cosas que subrepasan mi nivel de madurez. Bufff... ¿Dónde están todos?
Mac: Bren [madrastra de Juno] ha llevado a Liberty Bell [hermana pequeña de Juno] a su clase de patinaje sobre hielo.
Juno: ¿Cuándo aprendereis que los peques no pueden patinar sobre hielo?
Mac: Te veo un poco taciturna, cariño. ¿Qué te ha picado?
Juno: Bueno... Es sólo que estoy perdiendo mi fe en la humanidad.
Mac: ¿Puedes darme unos cuantos detalles más?
Juno: Me pregunto si pueden dos personas seguir juntas para siempre.
Mac: ¿Te refieres a parejas?
Juno: Sí, personas enamoradas.
Mac: ¿Son líos de chicos? Porque sinceramente no me parece bien que tengas ligues en tu estado; eso sería bastante chungo.
Juno: No papá, es...
Mac: Sería así "en plan guarra"; ¿no es lo que decís las chicas, "en plan guarra", "en plan golfa"?
Juno: ¡Para, por favor!
Mac: "¿Espatarrada y empatillada?"
Juno: No es... no es nada de eso. Sólo... sólo necesito saber que es posible que dos personas puedan seguir felices juntas para siempre.
Mac: No es fácil; eso está claro. Y, eh, no tengo el mejor historial del mundo, ya lo sé, pero... ya llevo diez años con tu madrastra y estoy orgulloso de decir que somos muy felices. Mira, en mi opinión, lo mejor que puedes hacer es buscar a una persona que te quiera exactamente tal y como eres: de buen humor, de mal humor; fea, guapa; atractiva... como sea. La persona ideal seguirá perdiendo el culo por ti.
Juno: Ah...
Mac: esa es la clase de persona que merece la pena.
Juno: Sí... Sí, creo que la he encontrado.
Mac: ¡Claro! ¡Tu querido y viejo papá!
Juno: Oh...
Mac: Sabes que siempre te querré y te apoyaré estés en el lío que estés. Obviamente.
Juno: Ah... Papá, creo que... voy a pirarme un rato, pero no volveré tarde.
Mac: Vale. ¿Te referías a mí, verdad?
Juno: Ah, sí...
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