Y de eso hablaban hace años los Celtas, aunque a la altura del mediodía me suene como si se estuviese componiendo en este justo instante:
Sí hay, sí, temblor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.
Ahora recuerdo tus manos,
tu ausencia ahora es soledad.
En mi calle ya no hay críos,
y mi jardín seco está.
Ahora recuerdo tu cara,
tu fantasma quiere hablar,
y junto a mi está en la cama,
pero calor no me da.
Sí hay, sí, temblor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.
Juntos hicimos la casa,
a imagen de nuestro amor.
fuiste y quedó tu fantasma,
y la casa se cayó.
Ahora recuerdo tu risa,
qué lágrimas nos costó,
y ahora ya no somos nada,
ni tu fantasma ni yo. Sí...
Sí hay, sí, temblor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.
Los días se quedan en nada,
recuerdos de nuestro amor.
Le doy pena a tu fantasma,
y consuelo a mi dolor.
Ahora recuerdo tus ojos,
clavados en mi canción,
y mi canción me recuerda,
a tu fantasma y mi amor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.
Ahora recuerdo tus manos,
tu ausencia ahora es soledad.
En mi calle ya no hay críos,
y mi jardín seco está.
Ahora recuerdo tu cara,
tu fantasma quiere hablar,
y junto a mi está en la cama,
pero calor no me da.
Sí hay, sí, temblor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.
Juntos hicimos la casa,
a imagen de nuestro amor.
fuiste y quedó tu fantasma,
y la casa se cayó.
Ahora recuerdo tu risa,
qué lágrimas nos costó,
y ahora ya no somos nada,
ni tu fantasma ni yo. Sí...
Sí hay, sí, temblor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.
Los días se quedan en nada,
recuerdos de nuestro amor.
Le doy pena a tu fantasma,
y consuelo a mi dolor.
Ahora recuerdo tus ojos,
clavados en mi canción,
y mi canción me recuerda,
a tu fantasma y mi amor.
El relajante repique aprienta. Y luego, prácticamente para. Es sólo una momentánea ilusión, porque durante horas me seguirá lloviendo en soledad. Debería volver la vista a mis informes de auditoría, pero son mucho más sugerentes las gotas que se deslizan por las hojas y ramas del abeto que hay enmedio del jardín, o el olor a tierra húmeda que entra si abro la ventana.
En fin...
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