Frases célebres y versos varios

  • “Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. (Martin Luther King, Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, 1963 )
  • Mister T: "Qué aceitoso está el aceite!"; "Uso los brazos de hilo dental"
  • "Es una vergüenza mandar callar a un necio, pero más lo es dejarle seguir hablando." (Benjamin Franklin)
  • "En mi vida he trabajado más que el ganso que pone sus huevos en lo alto del alcornoque..." (Jogen Hasler) [no es mi caso, vale :P ]
  • "La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días" (Benjamin Franklin)

martes, 28 de octubre de 2008

Más chorradas

Mañana lluviosa y cielo plomizo. Ánimo ocioso y sentimientos repetitivos. Escribo esto en un pedazo desgajado de folio, tapando bien con la mano derecha lo que pongo con la zoca para que no me caiga encima del papel y del orgullo una bronca matutina. Desde que he entrado a mi puesto, no dejan de pasar frente a la ventana una infinidad de bolitas de agua suicidas, que se dan de bruces contra el suelo empapado; el mismo sitio donde reposa la poca esperanza que me queda.

Y de eso hablaban hace años los Celtas, aunque a la altura del mediodía me suene como si se estuviese componiendo en este justo instante:

Sí hay, sí, temblor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.

Ahora recuerdo tus manos,
tu ausencia ahora es soledad.
En mi calle ya no hay críos,
y mi jardín seco está.

Ahora recuerdo tu cara,
tu fantasma quiere hablar,
y junto a mi está en la cama,
pero calor no me da.

Sí hay, sí, temblor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.

Juntos hicimos la casa,
a imagen de nuestro amor.
fuiste y quedó tu fantasma,
y la casa se cayó.

Ahora recuerdo tu risa,
qué lágrimas nos costó,
y ahora ya no somos nada,
ni tu fantasma ni yo. Sí...

Sí hay, sí, temblor.
La lluvia cae en soledad.
Sí hay, sí, temblor.
no llamas y no vendrás.

Los días se quedan en nada,
recuerdos de nuestro amor.
Le doy pena a tu fantasma,
y consuelo a mi dolor.

Ahora recuerdo tus ojos,
clavados en mi canción,
y mi canción me recuerda,
a tu fantasma y mi amor.


El relajante repique aprienta. Y luego, prácticamente para. Es sólo una momentánea ilusión, porque durante horas me seguirá lloviendo en soledad. Debería volver la vista a mis informes de auditoría, pero son mucho más sugerentes las gotas que se deslizan por las hojas y ramas del abeto que hay enmedio del jardín, o el olor a tierra húmeda que entra si abro la ventana.

En fin...

No hay comentarios: