Domingo por la tarde. Me vienes a buscar,
y vamos a perder el tiempo un rato.
Volvemos a bajar a la cantina
del novio de la hermana de mi tía,
que estaba con un tío que le hacía sufrir,
y vino con los ojos de fracaso total,
con ganas de llorar, con ganas de dejarlo todo.
Dos whiskies con naranja y unas patatas fritas,
para reírnos de lo perra que es la vida.
Dan el mundial en la tele del bar.
España vuelve a casa; yo juego al futbolín contigo.
Sinceramente da lo mismo.
¿Qué importará quien pierda o gane?
si nunca nos jugamos nada.
no, no, no…
no, no, no…
no, no, no…
Mi loco corazón anoche te quería,
y esta mañana no, soy pura indecisión.
Vivimos tiempos crueles, o a mi me lo parece.
Vivimos esperando otro golpe de suerte.
no, no, no…
no, no, no…
no, no, no...
Si nunca nos jugamos nada...
no, no, no…
no, no, no…
no, no, no…
En esta tarde de domingo,
que el lunes quedará lejana.
¿Qué esconden las palabras
que decimos sin pensar?
¿De qué hablan las canciones
que no paro de escuchar?
Dicen siempre lo mismo.
Dicen que mi inocencia se ha perdido,
ya no hay vuelta atrás.
Dan el mundial en la tele del bar.
España vuelve a casa; yo juego al futbolín contigo.
Sinceramente da lo mismo.
Qué importará quien pierda o gane,
si nunca nos jugamos nada.
no, no, no…
no, no, no…
Si nunca nos jugamos nada…
no, no, no…
no, no, no…
En esta tarde de domingo,
que el lunes quedará lejana
en esta tarde de domingo rara.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Las tardes de domingos raros... qué tristes llegan a ser esas tardes cuando no estás realmente donde y con quien quieres estar... En fin... cada cosa a su tiempo, y cada tiempo en su lugar.
Publicar un comentario