Esperando esperanza (Lom-C)
Vivo esperando esperanza, ok.
Muchas veces me evado del mundo, desde lo alto de este monte el horizonte me muestra cada segundo. En cada senda sin prisa, escucho el agua respirar; la espera más dulce, la brisa de la libertad.
Inventando un camino, hablando con la fría roca, recuerdo un lamento y una utopía que me invoca. Estoy volcando mis fuerzas, mi corazón es el volcán que escupe; mi calma la fórmula. Dibujo tu rostro en las nubes.
Apóstol de este dios sin religión, bajo este Sol que compone mis líneas, sin prisas, sin ningún precio; una visión del paraíso te compara mi quimera. Escapé de esa prisión hacia otra atmósfera y todo prospera.
Proyecto mis ojos en la distancia de esta cima. Puedo ver la ciudad y encima de ella un mar de lágrimas. Puedo ver cada historia, cada mirada que condena aquel dolor por el que arrastras a cuestas tus viejas cadenas.
Puedo entrar en tu memoria, recordar cada momento. Cada paso es una huella en el tiempo y una victoria. Cada grito desgarrado es un silencio que me habla, que através de la niebla juzga mis actos sin palabras.
Puedo ver aquel pacto, la sangre que selló el enlace. Entrar en tus sueños y abrir la puerta a otro paraje es emprender otro viaje sin un destino. Mi equipaje es aprender del camino, en cada tropiezo hay un mensaje.
Yo con él me animo, limo mi alma y sus carencias. Cada día es un mundo y cada segundo una ciencia, una ruta por tu subconsciente. No se si entiendes que el futuro es ahora, la historia sólo es el presente.
Cuando escucho tu nombre mi corazón vuelve a nacer; feliz con mirarte a los ojos y ver que amanece. Mi camino eres tú, mi espíritu que vaga libre. Es mi destino, cuando veo tu luz y mis manos escriben.
Cuando escucho tu nombre mi corazón vuelve a nacer; feliz con mirarte a los ojos y ver que amanece. Mi camino eres tú, mi espíritu que vaga libre. Es mi destino, cuando veo tu luz...
Este es mi sueño más dulce, el de vivir para ser libre en busca de mi esperanza y es un sueño que conduce. Mi mundo interior es la miel, tu entorno el azufre, el que consume cada lunes tu fe mientras otros sufren.
Mi paraíso es esto; días felices son hélices. Vuelo para escribir textos y pulir matices; para mantener el fuego, el calor que nos dio vida, en este juego donde cada desliz te hizo ganar partidas.
Mirar tus ojos es sólo hablar con Dios sin odio, descifrar entre frases la clave que abrirá aquel folio donde guardo mi amor, donde se esconde cada beso, donde vago convertido en un verso que es mi motor.
Eres mi música, la musa que inspira cada mensaje sin rencor. Sé que eres única y mis súplicas vieron el Sol. (estoy) Preso de aquel precio, pero sonrío, bajo el árbol de la ciencia eres calor para este frío.
Tus palabras son el agua limpia que hace crecer mi ilusión. Envío cartas a Dios con cada canción. Muchos me espían, siguen sin saber cuál es la clave: miro al cielo y grito tu nombre, es mi filosofía.
Mi confianza en esta vida de envidias, mi única llave, la que abre la puerta de mi alma y cura esta herida. Mi locura es cordura, la cuerda que sujeta un rap que flota sin rumbo en el mundo: eres mi única energía.
Cuando escucho tu nombre mi corazón vuelve a nacer; feliz con mirarte a los ojos y ver que amanece. Mi camino eres tú, mi espíritu que vaga libre. Es mi destino, cuando veo tu luz y mis manos escriben.
Cuando escucho tu nombre mi corazón vuelve a nacer; feliz con mirarte a los ojos y ver que amanece. Mi camino eres tú, mi espíritu que vaga libre. Es mi destino, cuando veo tu luz...
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