Frases célebres y versos varios

  • “Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. (Martin Luther King, Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, 1963 )
  • Mister T: "Qué aceitoso está el aceite!"; "Uso los brazos de hilo dental"
  • "Es una vergüenza mandar callar a un necio, pero más lo es dejarle seguir hablando." (Benjamin Franklin)
  • "En mi vida he trabajado más que el ganso que pone sus huevos en lo alto del alcornoque..." (Jogen Hasler) [no es mi caso, vale :P ]
  • "La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días" (Benjamin Franklin)

domingo, 11 de mayo de 2008

Letras de Hip-Hop (1 de 3)

Él y ella (Arma Blanca con Dlux)

Es él y ella... Es Arma Blanca... Dlux...
Son historias en cada ciudad, en cada mente, en cada corazón. Hay una luz y hay un lado oscuro.

Ella tenía todo lo que el buscaba de una mujer, era ese ángel escondido tras su piel, con labios de miel. Él siempre supo qué escoger y ser fiel a su compromiso, preso del sabor de la hiel que luego le trajo un beso.
Así cedió por amor; por miedo a perderla no quiso ser la perla en manos de alguien que no apreciaría tenerla. Él y ella, conocerla fue un paso hacia un paraíso. Estaba feo ser su trofeo, éste era el precio de quererla.
No hay aviso, cuando todo se complica uno se aplica. Incluso siendo ateo, él le pidió a Dios un deseo. Ella era esa chica típica que tiene a quien quiere pero que no quiere a quien tiene, solo quiere de manera psíquica.
El sabía que no era nadie sin ella, como yo sin la música. Sólo la estética no ayuda a que una relación sea estática. Con una táctica estratégica puedes oler el engaño, pero no calmar el daño de antaño que hoy causa réplica.
Él y ella bebían de esa botella su rencor, si salían juntos a bailar él siempre acababa en un rincón. Siempre añoraba con nostalgia días felices sobre ausentes, pero cuando el respeto se pierde, muere la magia.
Cansado de hacer de una habitación su prisión de noche, él salió y conoció a esa dama blanca dentro de un coche. Él y ella frente a un espejo se juraron amor eterno, nada tierno si esa voz que le hablaba venía del infierno.

Demasiado miedo hay, difícil es encontrar quien te sepa amar sin prejuicios; él y ella. Cada paso en falso te destroza el corazón. Dama blanca soy yo, hoy me vienes a buscar. Yo te alejaré de la realidad... tan alto como quieras volar.

Después de esa primera vez ella le hizo soñar, con su eterna primavera él creyó estar volando. Él y ella pasaron la noche entera conversando, en un rincón de la guantera de aquel coche, conectando.
Ella mostraba cada instante en otra dimensión y él, con tensión en el rostro y distante, entro en su cárcel. Él y ella, un matrimonio prohibido, como una huella que recuerda el olvido, un destello de lo no vivido.
Ella daba confianza; juntos vivieron soledad, juntos buscaron venganza y borraron sus viejas heridas, moldeando sus sueños en barro dentro de esta fábrica. Él y ella como imagen elástica entre la nostalgia.
Ella fue cada botella, cada golpe contra el suelo, pero él la comprendió, la cobijó y le dió consuelo. Ella daba recompensa, pensar en ella era escaparse. Al taparse con su manto de hielo perderse era encontrarse.
Junto a ella, princesa vestida de blanco, sus pasos la dirigen a un altar sobre un espejo en aquel banco. Sus cifras disfrazan su vida y él se da cuenta, piensa que ella vale más que sus rentas y nada comenta.
Ella y él, como lágrima dulce y amarga hiel. Como espina clavada en tu alma y brisa del amanecer. Como el Sol que ilumina el milagro y esta extraña Luna. Él y ella como voz que se apaga y buscar fortuna.

Demasiado miedo hay, difícil es encontrar quien te sepa amar sin prejuicios; él y ella. Cada paso en falso te destroza el corazón. Dama blanca soy yo, hoy me vienes a buscar. Yo te alejaré de la realidad... tan alto como quieras volar.

Pero cuando el amor se paga, tarde o temprano nacen llagas. Caricias por norma se transforman en dagas. Cuando la llama de un fuego se apaga todo es oscuro. Él abrió los ojos siendo ya tarde, solo vió muros.
Fueron tiempos duros. Nada en los bolsillos, sin amigos; justo castigo para aquel que juega con cuchillos. Para ella fue tan sencillo someterlo al completo olvido; para él fue tan utópico recuperar lo perdido.
Endebles castillos de falsas esperanzas derruidos. Campos sembrados con sueños a ceniza reducidos. Él sumido en la depresión que provoca la soledad. Ella con frialdad paseaba con otros por la ciudad.
Y es que el tiempo no conoce piedad. Cobrándose actos, no admite sobornos, hace que el pasado quede intacto. Ir con ella fue entablar un pacto con demonios. Perderlo todo, como árboles su follaje en otoño.
Ella no tiene dueño; controlarla fue más que difícil. Sin ella, él creía no ser útil y buscó la huida fácil. Aquella noche en aquel puente, su frágil mente decidió. Un paso afrente dió diciendo así a sus problemas adiós.
Ninguna de ellas concedió nada por este peregrino. Ninguna cedió lo mínimo por alterar su destino. Quizás su sino era yacer en un lecho eterno y estrecho, pero tu cuida tus pasos porque ella sí estará al acecho.

Demasiado miedo, difícil es encontrar quien te sepa amar sin prejuicios; él y ella. Cada paso en falso te destroza el corazón. Dama blanca soy yo, hoy me vienes a buscar... Él y ella.
Demasiado miedo hay, difícil es encontrar quien te sepa amar sin prejuicios; él y ella. Cada paso en falso te destroza el corazón. Dama blanca soy yo, hoy me vienes a buscar. Yo te alejaré de la realidad... tan alto como quieras volar. Él y ella...

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